(del laberinto al treinta)


viernes, 8 de septiembre de 2006

Brutalismo, deporte y cretinismo

Yo siempre fui, desde muy pequeño, una persona muy rarita, por mi escasa afición al brutalismo, como correspondía a mi condición de macho de la especie. Por eso entiendo que mis opiniones sobre el deporte entendido como espectáculo de masas, religión y pasión contemporáneas no sean demasiado compartidas.
La consideración que tengo por el deportista de élite, genéricamente tomado, es la misma que tuve siempre por el más bruto del pueblo, genéricamente tomado. De pequeño veía con una aprensión no exenta de incredulidad cómo mis compañeros de juegos admiraban, adulaban y entronizaban a aquellos de nosotros que producían la meada más larga, escupían más garbosamente o eran capaces de atinar con un pedrusco al mayor número de lomos de perro. En los pueblos los mozos siempre consideraron al más bruto del lugar como su héroe. El que soltaba los pedos más gruesos, el que cogía la liebre campo a través o el que más veces tiraba del rabo a la vaquilla torturada en las fiestas...
Mis fobias infantiles y juveniles a la adoración brutalista han sido sustituidas actualmente por la imagen de esos estadios abarrotados de vociferantes, ululantes y oleantes descerebrados, esas gradas repletas de disciplinadas cabezas mecanizadas que pendulan al ritmo de una pelotita que pasa de una paleta a otra, esos arcenes de carretera en los que se hacinan masas de individuos que se fríen al sol esperando entusiasmados la décima de segundo que tardan en pasar sus ídolos montados en una bici. Y también por la unanimidad que suscita la consideración del consumo inmorigerado de deporte espectáculo como algo inocuo para la salud mental y moral del género humano.
Los antropólogos suelen proporcionarnos, para explicar esa adoración del brutalismo traspasada a las masas contemporáneas en su forma más evolucionada de afición a los deportes, razones de economía tribal. Se trataría de un mecanismo adaptativo tendente a mantener bien preparados a los hombres para defender a la comunidad en caso de agresión externa, premiando con la consideración social a los más arrojados y valientes. Una ritualización de la agresividad.
Pudiera ser. Pero eso sólo no explica, si de adaptación al medio se trata, la epidemia de pasión por el deporte en las masas contemporáneas, ese culto al brutalismo que debería estar sufriendo un proceso de natural extinción por su evidente pérdida de valor adaptativo en sociedades que lo que necesitan para sobrevivir es la ritualización de la cooperación y la solidaridad, en lugar de la de la agresividad y la competitividad que han además convertido en una obsesión monotemática, totalizadora y escasamente cuestionada de un poder aterrador.
Por eso mi explicación del fenómeno sólo pasa por la índole profundamente cretina de la especie humana. Porque yo sólo consigo ver en los Pau Gasols, Fernandos Alonsos, Zidanes y demás esforzados deportistas adorados y millonarios a los tipos más brutos de estas tribus de imbéciles que forman las sociedades contemporáneas.
Pero no es para hacerme mucho caso. ¿Qué se puede esperar de un tipo estrafalario que padece el delirio paranoide de considerar imbéciles al 90% de sus coetáneos?

miércoles, 6 de septiembre de 2006

Vuelve Fedegico con nuevos chistes

Ya teníamos mono. El gghan Fedegico, el mejor humorista de Espppp.....ña ha vuelto. Un mes sin él y con este calor ha sido demasiado castigo. Pero no hay mal que cien años dure. Y aquí está de vuelta con sus desternillantes chistes, su corrosivo humor sin fgonteras y su guiños sólo para entendidos. Disfrutad de uno de los mejores chistes que contó el lunes tras su vuelta. Sus soluciones para acabar con el pgoblema de la inmiggación, del Líbano, y con el sentido musical de los selváticos senegaleses (jajajajaja, eso fue lo mejor...... Selváticos dice, jajajajaja) usando a Marta Sánchez como daño colateral.

Para estar riendo hasta cagar higos chumbos.


FEDEGICO EN SENEGAL

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martes, 5 de septiembre de 2006

Matilde Cabello y Cruz Conde

La escritora Matilde Cabello nos viene deleitando desde hace años en las mañanas de los domingos en el DÍA DE CÓRDOBA con unas pildoras efemeridiales en las que nos muestra a los personajes históricos de esta ciudad bajo un ameno envoltorio.

El domingo pasado le tocó el turno a José Cruz Conde, titular de la principal vía de la ciudad, al que presentó como un prócer benéfico y constructivo, responsable de la modernización urbanística que disfrutamos al norte de las Tendillas. El Faraón del Ensanche Cordobés. Bien está lo que bien parece. Pero aparte de las dudas de índole histórica y urbanística que suscita la idoneidad del sector elegido para el proyecto (1), olvida la escritora otros detalles de la biografía del que fuera, después de alcalde de Córdoba, Gobernador Civil de Sevilla y Comisario de la Expo 29, principal instigador en la ciudad del sangriento golpe de estado del 18 de julio de 1936, de la guerra civil subsecuente y del genocidio de demócratas programado posterior.

Menos mal que alguien se lo ha recordado esta mañana en las mismas páginas del diario desde el que nos deleita cada domingo.

SOBRE JOSÉ CRUZ CONDE

Unas líneas para intentar completar la información que nos aporta Matilde Cabello en su estimado diario. Nos dice que fue estupendo el papel realizado por José Cruz Conde en esta ciudad.

Considero, sin embargo, que nos oculta la parte másimportante de la biografía de D. José. Pregunto, ¿no se atreve a opinar con metralla por temor a perder su tribuna pública?, como bien dice Antonio Manuel. Por considerar grave la omisión, quiero aportar algunos detalles complementarios.

Las reuniones conspirativas, que condujeron al genocidio cordobés, contaban con la participación del coronel Cascajo, José Cruz Conde y los jefes de la Guardia Civil, el ex alcalde era el portador de las consignas para el alzamiento, transmitiendo las órdenes de Madrid a Eduardo Quero que lo describe como un hombre valiente que departe con otro valiente entre los valientes, Cascajo, que salvó a Córdoba de la bestia roja.

Los resultados deberían ser conocidos por todos los cordobeses, genocidio total: 10.000 hombres fusilados. Cerca de 200 mujeres asesinadas, algunas de ellas embarazadas. Un río de sangre que afectó a miles de familias. Una lista de horrores colaterales, mujeres que por el asesinato del esposo ahorcaron a sus hijos y se suicidaron. Hombres que llegaron a la alcaldía por permitir que fusilaran a su hermano y un largo etcétera.

Matilde, hija, un poco de memoria histórica. Lee a Francisco Moreno Gómez, ejemplo de rigor historiográfico. JOSÉ LÓPEZ GAVILÁN. (CÓRDOBA).

Yo añadiría que a las muchas vergüenzas que nuestro gobierno municipal de Izquierda Unida va lentamente acumulando hay que sumar el que no haya terminado de limpiar con un enérgico estropajo democrático el callejero de la ciudad de nombres de golpistas, fascistas, asesinos y cómplices de la sangrienta dictadura que asoló este país durante más de cuarenta años. Aunque sólo fuera por la memoria de los miles de militantes de su partido que exterminaron inmisericordemente.

Podría aducirse que los méritos de Cruz Conde para seguir contando con su nombre en esa calle son anteriores a la guerra civil. Cierto. Pero en Alemania a nadie se le ha ocurrido dedicar una calle a Hitler por su méritos de fino pintor de paisajes, anteriores a sus innombrables fechorías.

(1) Efectivamente el visionario político llevó a cabo su sueño de crear bulevares y avenidas en una ciudad que veía pasar la modernidad sin que nadie se las regalara. El problema es que la visión no la tuvo donde tenía que haberla tenido, en algún lugar determinado de las zonas extramuros de la ciudad medieval, como se les ocurrió a los próceres del resto de las ciudades españolas de la época, sino en una zona intramuros donde sólo existía un triste casco antiguo infectado de callejas. Es así que por gracia de don José y de la cortijera burguesía local que lo sustentaba Córdoba tiene el dudoso mérito de ser la única ciudad de España que construyó su Ensanche modernista en pleno casco histórico medieval. Entonces, claro, no existía la Unesco con sus declaraciones de Patrimonios de la Humanidad. Córdoba era sólo Patrimonio de la Peor Panda de Cortijeros Explotadores al Oeste del Pedroches.

(VOLVER)

ADDENDUM: (24 DE SEPTIEMBRE DE 2008)

Matilde Cabello ha publicado en el Día de Córdoba recientemente (7/9/08) un artículo-semblanza del artista montalbeño Enrique Moreno El Fenómeno, asesinado en el genocidio franquista-falangista de 1936, del que me he hecho eco en el capítulo cuarto de una serie de post sobre la MEMORIA HISTÓRICA que he colgado en este blog en este mes de septiembre de 2008. En esta ocasión Matilde se pringa y saca a relucir lo que sabe, ya que es una experta en la Guerra Civil, sin cortarse, al parecer, demasiado, señalando responsables concretos. Con nombres y apellidos. Responsables que aún son muy respetados por las fuerzas zombis y fósiles de esta ciudad. No es que sea demasiado peligroso ese ejercicio, pero en esta ciudad en la que los cadáveres siguen escondidos en los armarios y los asesinos muertos-vivientes siguen controlando sus resortes culturales, económicos y políticos (sí, Rosita, políticos) un gesto como el de Matilde es algo muy muy de agradecer. Seguiré esperando más entregas.

lunes, 4 de septiembre de 2006

ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO

DE CRETINISMO COLECTIVO