(del laberinto al treinta)


martes, 5 de febrero de 2013

La ¿ESFERA TUNANTE? Nueva intervención clandestina en el río

Mi amigo Aristóbulo publica en La Colleja un post sobre la aparición sorpresiva de una etérea esfera sobre el Guadalquivir, justo debajo del Puente de Miraflores. Cuelgo sus fotos y parte de su texto para disfrute de mis escurridizos seguidores.

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La ¿ESFERA TUNANTE? Nueva intervención clandestina en el río

Aristóbulo Fernández

No hace mucho tiempo alguien llamó en una de las redes sociales INTERVENCIONES TUNANTES a la serie de acciones artísticas clandestinas que desde hace años vienen atacando la cotidianidad de los cordobeses y por ello alegrándoles las pajarillas, con la irritación a veces, la sorda aceptación y la acción represiva directa otras de las autoridades pertinentes y presuntamente competentes. Yo creo que ese título clasificatorio debería instituirse como oficial.

La primera fue El Hombre Río, una escultura que apareció en mitad del río Guadalquivir, que causó un gran revuelo entre ciudadanos corrientes, artistas y autoridades, a la que el Ayuntamiento acabó oficializando tras la asunción de la responsabilidad de sus autores Rafael Cornejo y Francisco Marcos y la presión popular. Una brutal crecida del Guadalquivir acabó con ella y las autoridades nunca cumplieron su promesa de costear su restauración y recolocación. (1)

Más tarde fue el arcángel atropellado que apareció en plena calzada de la Ribera, los renombramientos piratas de las calles del casco histórico y la escultura de El Bañista que apareció una mañana en el pilar del puente de Miraflores. Me cuentan que el alcanforado gusto artístico de nuestras autoridades municipales actuales les impelió a amenazar a los autores, los hermanos Gamboa, con obligarles a pagar el gasto de bomberos de su retirada si no lo hacían ellos mismos por su cuenta.

Desde hace unos días un nuevo asalto interventivo tunante ha vuelto a sorprender a los cordobeses, aunque esta vez, quizás por su menor impacto visual y discreción no ha llamado tanto la atención. Incluso he tratado de localizar alguna mención del mismo en los medios locales. Infructuosamente. Los vecinos de la zona dicen que apareció hace tres días y que nadie vio ni oyó nada. Consiste en una esfera de aproximadamente dos metros de diámetro construida con varillas de un material brillante, probablemente fibra de vidrio y colgada supuestamente por un invisible hilo del pretil del puente de Miraflores.

La verdad es que se trata de una hermosa estructura etérea que flota como ingrávida sobre la achocolatada superficie del viejo Guadalquivir. Una hermosa INTERVENCIÓN TUNANTE, que viene a alegrarnos la vista, como hicieron sus antepasadas, y a poner una gota de rebeldía real y simbólica en el penosísimo panorama de apatía ciudadana que parece haberse convertido en nuestro único horizonte.

VER EN LA COLLEJA
(1) Me entero de que el Bañista de la Ribera sigue vivito y coleando pero ahora en un local privado. Mi amigo Paco Muñoz ha dado buena cuenta de su resurrección en esta preciosa entrada de su blog NOTAS CORDOBESAS.

4 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Lo tunante no quita lo cortés, por otro lado. Estamos hablando de una ciudad donde una camarilla de artistas con pedigrí va dejando sus meaditas con el contubernio de las instituciones oficiales, sin mayor criterio crítico que el de contratar siempre a los que conocen, y se portan bien.

harazem dijo...

Es que, amigo Manolo, hay que portarse bien... Reyes Magos y Papás Noeles o Sieles se inventaron para eso.

Lansky dijo...

Los ríos entendidos como meros canales de conducciónd e agua o desechos

harazem dijo...

Bueno, Lansky, afortunadamente en esta ciudad existe un núcleo de gente que entiende al río que nos ha tocado -perdón, al que le hemos tocado nosotros- de otra manera y peleamos para que las autoridades, pero sobre todo nuestros paisanos, así lo entiendan también y dejen de joder con sus manías domesticadoras.