(del laberinto al treinta)


miércoles, 20 de enero de 2010

¿Recupera IU la vergüenza en Córdoba?

Los restos del naufragio moral al que condujo la Repelente Alcaldiosa a la única formación de izquierdas del Ayuntamiento de Córdoba antes de abandonar su nave como los simpáticos roedores del proverbio suelen hacer en su bote particular y subirse al trasatlántico social-liberal rosiero de la Junta comienzan a ser, más o menos torpemente, recogidos y rearmados, por sus tristes epígonos que le hicieron los honores de rigor permanentemente mientras ejerció de Cardenala Richelieuse de Capitulares. Digo moral y no económico o político, porque es el que toca hoy, si es cierta la información que con el tonillo orodentado bajo el bigotillo facha que le caracteriza dispara el Acorazado ABC.

Efectivamente una de las mayores vergüenzas que tuvimos que sobrellevar los votantes de IU, de IU y no de la Repelente, que colectaba sin pudor entre capillitas subvencionados y piratas urbanísticos, superior incluso a la de la contemplación de sus indecentes coyundas con abundante revoltijo de faldas con purpurados canallas y albóndigas de incienso a plena luz del día, fue la alineación incondicional con la postura de los herederos del franquismo de no remover ni un solo gramo de tierra (1) bajo la que yacieran las pruebas del genocidio que perpetró la buena sociedad cordobesa, católica y de orden (del suyo, claro), con la otra, la democrática, laica e ilustrada, que amenazaba con remover las seculares estructuras sociales y económicas bajo las que dominaban secularmente todos los resortes del poder de la ciudad. Más aún, añadiendo más vinagre a la herida con su negativa a continuar la retirada, emprendida por sus antecesores, de los símbolos de la peor dictadura fascista que sufrió Europa tras la II Guerra Mundial, gemela moralmente de la nazionalsocialista alemana y la italiana. Y más peor, removiendo la herida abierta de la memoria de las víctimas, con el emporcado palo de su cinismo, erigiendo monumentos y dedicando calles a personajes de la España atroz y asesina del franquismo y el nacionalcatolicismo. De lo primero es prueba la pervivencia de la placa del general genocida Varela en el Realejo y el mantenimiento del nombre dedicado al organizador del golpe fascista y del genocidio programado posterior en la principal calle de la ciudad, José Cruz Conde (2) y el del ministro franquista Conde de Vallellano en la principal avenida. De la segunda el haber dedicado una avenida a uno de los personajes más miserables que dio el nacional catolicismo español, el obispo Fray Albino (3) o la erección de estatuas a siniestros personajes del imaginario contrareformista español como el dedicado al cura apandador de niños de la plaza de las Cañas.

Así, que nunca es tarde si la dicha es buena para limpiar lo emporcado por la Repelente Señora y para empezar a recuperar la fe de sus votantes naturales, única fuerza real que tiene Izquierda Unida. Y si el alcalde Ocaña emprende el camino de la rectificación, aún está a tiempo. Sobre la higiénica necesidad en estos tiempos de la reparación moral de las víctimas del franquismo, el recuento de los crímenes que cometieron los revolucionarios franquistas y la apertura de las fosas que no sólo supone un acopio de pruebas, sino una dignificación de las sepulturas de miles de ciudadanos brutalmente asesinados por sus ideas, no me voy a extender. Mentes mucho más lúcidas que la mía no paran de hacerlo por todos los medios.



    (1) El presidente de la empresa municipal de cementerios, Alfonso Igualada, un viejo rojo de los de toda la vida, llegó a plantear la negativa a colaborar en el asunto hasta que se aclarara quién se haría cargo de los gastos de las exhumaciones, que quién pagaría todo aquello, se supone que los picos, las palas, los sacos y los sueldos de los operarios. El que los familiares de un diputado socialista fusilado en Córdoba denunciara por prevaricación a un Ayuntamiento de IU como el de Córdoba que se negaba a abrir su fosa, es un baldón que los responsables llevarán durante toda su vida, si es que les queda alguna gota de sangre roja en sus venas.


    (2) Lo de la calle Cruz Conde y la catadura del personaje titular es de esos temas en los que nadie parece caer cuando se habla de la necesaria limpieza de simbología franquista. José Cruz Conde fue el cacique falangista local que organizó y preparó, junto con el coronel Cascajo y Eduardo Quero, los detalles finales para que el levantamiento del 18 de Julio triunfara en la ciudad. Está muy claro en el prólogo del libro El Genocidio franquista en Córdoba de Francisco Gómez. A mí siempre me pareció un cruel sarcasmo que la Librería Luque, cuyo fundador fue víctima de un cobarde asesinato a causa de sus ideas republicanas liberales moderadas a manos de la bestia clerical falangista, cambiara hace unos años su sede matriz de Gondomar justo a la calle que lleva el nombre de uno de los responsables del mismo.

    (3) Para quien no lo conozca, Fray Albino, Menéndez Raigada, fue el adaptador para los niños de la posguerra del Mein Kampf de Hitler con el nombre de Catecismo Patriótico Español. El mérito que se le atribuye en la ciudad es haber promovido la creación de viviendas de alquiler baratas para los pobres en la posguerra tras haber colaborado entusiasticamente a asesinarlos, encarcelarlos y empobrecerlos.

5 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Manuel bienvenido espero lo hayáis pasado muy bien.

Creo que no hace falta tanta rueda de prensa, solamente quitar los símbolos que cubre perfectamente la ley.

Menos comisiones y más efectividad. Para quitar los símbolos sólo hace falta una cuadrilla de trabajadores con esa misión encargada. Todo lo demás se lo lleva el viento, siempre es igual se crean comisiones para todo lo que no se quiere hacer.

¿La ley recoge en su articulado la retirada de los símbolos? pues se decreta ésta desde el Ayuntamiento y ya está. Si el símbolo es privado se le da, una vez desmontado, a su dueño. Si es público al almacén para lo que proceda posterior. Así de simple. Todo lo demás es accesorio.

Ah y lo de viejo rojo de toda la vida, son rositas que ahora tienen asegurado el tope de la jubilación, lo que tu y yo no vamos a tener, y la suerte tuya es que tu compañera la cobrara también, y dos miserias harán una pobreza, pero los que la compañera no ha cotizado, se quedaran en la más de las absolutas. Pero a pesar de ello lo obvio todo, por a todo nos ganan hay personas que ni siquiera van a poder cobrar la ayuda, que es más lamentable. Si por lo menos hubiera miseria para todos...

harazem dijo...

Gracias, Paco, ya iré contando alguna cosilla.

Los del ABC se lo están pasando pipa con el tema. Hoy recogen las rebajas del tío Paco Ocaña. La sombra de la Repelente es alargada. Parece que es Elena Cortés la encargada de hacer cumplir la legalidad.

Lo mejor de todo ha sido la salida del PiPiolo Nieto, tan fino como siempre, llamando fallecidos a los asesinados. Fallecidos por muerte natural, claro, le ha faltado decir, porque es natural que te mueras si un falangista te pega un tiro en el corazón y luego otro en la nuca por si acaso.

Mientras, en el mismo número el narcocofrade Miranda nos bendice con su mirada angélica con la que ve la Revolución fascista y el genocidio posterior como un chistecillo de La Vaquilla. Bueno, yo no soy tan angelical, así que cuando vaya a ver en la exposición que comenta, la de las Presas de Franco, estaré atento a ver si se recoge algo sobre las que fueron sus carceleras, las carceleras voluntarias de las presas de Franco, las Hermanas de la Caridad, a las que hace sólo tres años el gobierno socialista de España, en una de sus más crueles y estúpidas decisiones referente a la Memoria Histórica, concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Debía de ser a la concordia interna de ellas mismas, la de mantener vigiladas y perfectamente reprimidas a las víctimas del fascismo con el amor de Dios.

Troll Pérez dijo...

Estando intrinsecamente de acuerdo, no sé a qué viene llamar ilustrada a una república que ensalzaba a Stalin, le levantaba calles a Rusia, no como país sino como patria del comunismo o de su aplicación primera, quemaba obras de arte disfrazadas de conventos y asesinaba jóvenes y ancianos de ambos sexos ataviados de religiosos. A ver si os enterais de que o hay memoria histórica y depuración de responsabilidades para todos, o todo lo demásólo será un parche, un pego y una paja más al sol de vuestros resquemores sectarios y extremistas.

harazem dijo...

¿Todo eso hacía la República, querido Troll? Vaya con la República, qué Unidad de Destino en los Criminal. No merece la pena ni contestar a alguien que no tiene ni puta idea de lo que era la República ni de la variedad de ideologías, corrientes y actitudes que la formaban, pero cortesia de bloguero obliga. Desde liberales moderados cuyos equivalentes actuales sería gente como el católico Bono hasta pistoleros como los etarras, pasando por varias coloraturas de ideologías burguesas. La República era un régimen exactamente igual que el actual, con la diferencia de que había abolido una institución tan antidemocrática como la monarquía y presentaba un proyecto regeneracionista modernizador.

Lo que sí me gustaría es que me explicaras en qué estás intrínsecamente de acuerdo conmigo. Sólo para poder dormir tranquilo.

Lansky dijo...

Ese troll, 1º, se pone un nick muy adecuado, 2º, me acaba de descubrir que Azaña era un peligroso estalinista (infiltrado en un partido republicano de centro), 3º, la contradicción entre "ellos ganaron la guerra y su ilegal subrevación triunfó, fundando una nueva legalidad, la que a elos les salió de sus cojones, o sea, de su fuerza"y "estamos en un régimen formalmente democrático, que gana su legalidad por votaciones y consensos y transaciones y transiciones y no en las trincheras", esa contradicción, digo, algunos no la entienden ni la perciben.

Todo lo cual, troll incluido, se resume en lo siguiente: el problema de la derecha española no es que sea de derechas, sino que no es, sociológica y mayoritariamente, democrática.